• Señalan que es una burla para las mujeres que han sufrido violencia.

ALTAMIRA, TAM.- Las redes sociales arden tras la reciente designación de Karla Mar Loredo como Secretaria de Promoción Política de la Mujer en Tamaulipas por parte del Partido Acción Nacional. Esta decisión generó indignación por la forma de operar de la ex diputada, particularmente la militancia del partido blanquiazul, han calificado como “una mentada” su alianza con un hombre que ha sido acusado de violencia contra la mujer.

Mar Loredo no solo asume un cargo que debería estar dedicado a la defensa y promoción de los derechos de las mujeres, sino que lo hace en medio de una situación donde se le acusa de complicidad con un presunto agresor, su “padrino político” Isaac Rebaj. Este personaje ha sido demandado en múltiples ocasiones por violencia física y psicológica contra varias mujeres, entre ellas su propia esposa, quien ha tenido que enfrentar el horror de una relación marcada por el abuso de poder contra el llamado “sexo débil”.

¿Es posible que en pleno siglo XXI, un partido que se dice defensor de los derechos humanos y la equidad de género designe a una persona que ha sido señalada como cómplice de un golpeador?, la respuesta es simple y sencilla, la designación de Karla Mar, no solo es una falta de respeto hacia las mujeres que luchan diariamente por su dignidad y seguridad, sino que además perpetúa un ciclo de violencia que, lejos de erradicarse, encuentra en figuras como ella un triste sostén.

Esta situación es aún más lamentable cuando se considera que Loredo, apodada, ha resultó ser un mínimo como presidenta del Comité Directivo Municipal en Altamira. En lugar de utilizar su cargo para abogar por la justicia y el bienestar de las mujeres, parece más interesada en mantener su estatus dentro de un partido que ha perdido su rumbo.

Su asociación con Rebaj parece ser una estrategia desesperada para asegurar su propia relevancia y continuar el control del partido a nivel municipal, pues antes de ser Diputada, nadie sabía de su existencia, llegando de “chiripa” cuando Acción Nacional era la primera fuerza política del estado de Tamaulipas.

Los militantes del PAN han denunciado en repetidas ocasiones la venta de regidurías y candidaturas al mejor postor. En este sentido, la designación de Loredo no es solo un error de juicio, sino una traición a los valores que supuestamente defiende el partido.
Karla Mar, quiere continuar en el ámbito, sin importar con quien se junte quiere estar vigente en la vida política de Altamira, lo que la ha llevado a apoyar a un individuo que ha causado daño físico y emocional a múltiples mujeres. Esto no solo pone en entredicho su capacidad de “servir” como Secretaria de Promoción Política de la Mujer, sino que también ridiculiza el trabajo de tantas activistas que luchan cada día por un mundo más justo.

La militancia panista reclama al PAN reflexionar sobre las consecuencias de sus decisiones, por lo que acusan que designar a alguien como Loredo en un cargo tan sensible es una burla a las mujeres que han sufrido violencia y a aquellas que se dedican a luchar por sus derechos, pues la política debe ser un espacio de construcción y apoyo, no de complicidad con el abuso.